"METEOROLOGIA: EL CAMBIO CLIMÁTICO" De Lima a Paris
Hola a todos,
Artículo de "La Vanguardia" publicado por Antonio Cerrillo hoy. Su
interés y su contenido enlazan con mi reciente post de ayer. El camino hasta
Paris en diciembre del 2015 se presenta llenos de barreras y tropiezos que no
parecen augurar días fáciles para el Panel Intergubernamental para el Cambio
Climático.
¿Realmente están sirviendo las últimas cumbres de la ONU para
impulsar la acción contra el cambio climático?, ¿es posible alguna fórmula
más operativa?, ¿hasta cuándo una conferencia de la ONU multitudinaria que
acaba un pacto raquítico? El balance de Lima ha sido especialmente doloroso.
Con la entente previa entre Washington y Beijing, todo indicaba que se tenía la
llave mágica para acabar con la parálisis mundial en la negociación contra el
calentamiento. Sin embargo, las esperanzas se deshicieron como un azucarillo en
las últimas caóticas horas, en donde se esfumó el rastro de un acuerdo
ambicioso.En este contexto, algunas voces proponen replantear el actual formato
de la negociación e introducir cambios. Yvo de Boer, un director ejecutivo del
Convenio de Cambio Climático de la ONU, afirmó que el problema se debe a que
los negociadores de la ONU carecen de autoridad. “Si los líderes de los países
del G-20 se reunieran y dijeran: ‘señores, vamos a hacer esto', todo este
debate habría terminado en 30 minutos”, declaró a Reuters. La masiva presencia
de delegados tampoco aporta nada: se ha pasado de 1.000 delegados en una
primera reunión en 1994 a los 11.000 asistentes en Lima.Cuesta entender que el
pacto previo de EE.UU. y China no se tradujera en nada concreto en Lima, y que
se reanudaran las hostilidades cuando las naciones pobres hicieron oír su voz
para exigir menos responsabilidades en la acción contra el calentamiento. De
Boer propone corregir los errores de cara a la cumbre de París (2015), que se
“identifiquen las piedras angulares del trabajo que hay que hacer” y que “se
desarrolle un proceso técnico y no uno político”. El deseo de De Boer es que
París marque una inflexión después de casi dos décadas de diplomacia climática
con escasos resultados (pues el acuerdo más relevante, el de Kioto, se dio en
1997).
El pacto de Lima es pobre porque los países únicamente son invitados (pero no
obligados) a presentar sus planes para limitar las emisiones de gases (antes
del 31 de marzo) pero sin que se concrete cómo deben dar esa información (de
cara la conferencia de París). Y, además, porque China se ha negado a que se
aplique un sistema estricto para verificar y examinar las promesas antes de
París.
China puede hacer másTeresa Ribera, ex secretaria de Estado de Cambio
Climático, señala sin embargo que la solución debe ser la negociación política
en la ONU, pues los asuntos técnicos, complejos y cruzados, requieren
respuestas políticas que dan los políticos. Sin embargo, ve necesario evitar
que el consenso que exige la ONU no paralice a los países que plantean metas
más ambiciosas para limitar los gases invernadero. Se trataría de crear el
“club de los 50 países más veloces” para que no se frene el proceso hasta que
entre en una dinámica plenaamente, explica Ribera, directora del Instituto para
el Desarrollo Duradero y las Relaciones Internacionales (IDDRIi, en sus siglas
en francés), un think tank, de apoyo al gobierno galo.
Esta experta ve factible que China haga “más esfuerzos” para desacelerar sus
emisiones de cara a París. En este punto, le ha llamado la atención en Lima que
los países africanos y otros en vías de desarrollo hayan evitado exigir metas
más ambiciosas y más transparencia a los países industrializados y a China (y
hayan centrado su batalla en “pedir dinero a Europa, cuando eso no es
suficiente”). Otros observadores señalan justamente que China financia
inversiones y desarrolla proyectos de colaboración en estos países. Y eso
tampoco está a la vista de estas citas multitudinarias.
Algunos observadores de las conversaciones de Lima han opinado que el resultado
tan débil de Lima demuestra que el proceso multilateral de la ONU no es el
mejor para la acción climática. Las ciudades y las empresas tienen que
desempeñar un papel más activo, y no son suficientemente consideradas, opinan.
El propio presidente admitió en mitad de la crisis desatada la noche del sábado
que estaba en juego la credibilidad del proceso.
La opinión de Cristina Narbona“Creo que las cumbres son necesarias, pues el
cambio climático afecta a todos los países del planeta y la respuesta tiene que
considerar a todos, aunque los resultados resulten siempre insuficientes y el
avance sea muy lento, al ser imprescindible la unanimidad para alcanzar
acuerdos”, declara la ex ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona “Pero en
los últimos años han ido apareciendo varios mecanismos complementarios, como el
diálogo entre los principales países emisores; iniciativas de los grupos de
países especialmente vulnerables; inversores comprometidos con la transición
energética o creciente concienciación ciudadana”, añade Narbona. “Todo estos
son procesos relevantes y pueden impulsar el avance hacia acuerdos más
globales. Las cumbres de Naciones Unidas favorecen además un número muy elevado
de contactos, bilaterales o colectivos, que permiten hacer visibles buenas
prácticas y compartir análisis en un proceso de aprendizaje generalizado, a mi juicio
muy valioso”, concluye la ex ministra.
Esto ya no vale“No puede ser que, ante el hecho de que el acuerdo climático sea
difícil, sigamos negociando para tomar acuerdos vagos sólo para salvar el
sistema multilateral, y que con eso los gobiernos ya se den por satisfechos. Ya
no vale”, explicó en su momento Llorenç Serrano, ex secretario de medio
ambiente de CC.OO., cuando fue interrogado por esta cuestión. José Manuel
Entrecanales, presidente de Acciona, opinó al referirse a los pobres resultados
alcanzados en Durban (Sudáfrica, en el 2011) que "la falta de acuerdos en
materia de cambio climático se debe a que los políticos no tienen un mandato
firme de sus electores. La culpa es nuestra", sentenció en la red este
empresario pionero en las energías renovables.
Algunos observadores de las conversaciones han opinado que el resultado tan
débil de Lima demuestra que el proceso multilateral de la ONU no es el mejor
para la acción climática. Las ciudades y las empresas tienen que desempeñar un
papel más activo, y no son suficientemente consideradas.
"Aunque los negociadores tuvieron dificultades para llegar incluso a un
acuerdo modesto, la ONU ya no es el único actor clave", dijo Nathaniel
Keohane del Fondo de Defensa Ambiental
Mucho trabajo en ParísEl anuncio de Estados Unidos y China previo a la cumbre
hizo prever un cambio fundamental a la hora de establecer el reparto de
responsabilidades entre naciones desarrolladas y países en desarrollo para que
produjeran una convergencia de esfuerzos. Pero en Lima una gran cantidad de
países en desarrollo recularon y “presionaron a la baja”, dijo Elliot Diringer
del Centro de Clima y Soluciones Energéticas.
El resultado es que Naciones Unidas considera que ya está claro que las
promesas de acción para limitar el calentamiento que estarán sobre la mesa en
París en diciembre de 2015 se sitúan por debajo del objetivo de evitar una
subida de temperatura de 2 grados por encima de las de época preindustrial de
la ONU.
"Vamos a tener un montón de trabajo", dijo el ministro de Relaciones
Exteriores francés, Laurent Fabius de la tarea por delante para París.
El resultado de las conversaciones en Lima comporta necesariamente que el
acuerdo de París está condenado a ser un mero mosaico de ofertas nacionales
para limitar las emisiones de gases, pero a la carta, para ajustarse como un
traje a la medida,pues estaráns exentas del valor imperativo de una imposición
pactada con esfuerzos repartidos y compartidos entre todos.
La presión aumenta, mientras tanto, pues este año será probablemente el más
caluroso desde 1980 según la Organización Meteorológica Internacional.
Leer más: http://www.lavanguardia.com/natural/clima/20141216/54421473775/sirven-cumbres-clima.html#ixzz3M2tx5NiYSíguenos en: https://twitter.com/@LaVanguardia | http://facebook.com/LaVanguardia
Para no olvidar : el número de asistentes :La
masiva presencia de delegados tampoco aporta nada: se ha pasado de 1.000
delegados en una primera reunión en 1994 a los 11.000 asistentes en Lima.Muchos
me parecen si lo que se pretende es llegar a acuerdos y contar con medios
económicos para conseguirlo.
Nada más, gracias a todos.
Mariscal Tro
Hola a todos,
Artículo de "La Vanguardia" publicado por Antonio Cerrillo hoy. Su interés y su contenido enlazan con mi reciente post de ayer. El camino hasta Paris en diciembre del 2015 se presenta llenos de barreras y tropiezos que no parecen augurar días fáciles para el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático.
¿Realmente están sirviendo las últimas cumbres de la ONU para impulsar la acción contra el cambio climático?, ¿es posible alguna fórmula más operativa?, ¿hasta cuándo una conferencia de la ONU multitudinaria que acaba un pacto raquítico? El balance de Lima ha sido especialmente doloroso. Con la entente previa entre Washington y Beijing, todo indicaba que se tenía la llave mágica para acabar con la parálisis mundial en la negociación contra el calentamiento. Sin embargo, las esperanzas se deshicieron como un azucarillo en las últimas caóticas horas, en donde se esfumó el rastro de un acuerdo ambicioso.En este contexto, algunas voces proponen replantear el actual formato de la negociación e introducir cambios. Yvo de Boer, un director ejecutivo del Convenio de Cambio Climático de la ONU, afirmó que el problema se debe a que los negociadores de la ONU carecen de autoridad. “Si los líderes de los países del G-20 se reunieran y dijeran: ‘señores, vamos a hacer esto', todo este debate habría terminado en 30 minutos”, declaró a Reuters. La masiva presencia de delegados tampoco aporta nada: se ha pasado de 1.000 delegados en una primera reunión en 1994 a los 11.000 asistentes en Lima.Cuesta entender que el pacto previo de EE.UU. y China no se tradujera en nada concreto en Lima, y que se reanudaran las hostilidades cuando las naciones pobres hicieron oír su voz para exigir menos responsabilidades en la acción contra el calentamiento. De Boer propone corregir los errores de cara a la cumbre de París (2015), que se “identifiquen las piedras angulares del trabajo que hay que hacer” y que “se desarrolle un proceso técnico y no uno político”. El deseo de De Boer es que París marque una inflexión después de casi dos décadas de diplomacia climática con escasos resultados (pues el acuerdo más relevante, el de Kioto, se dio en 1997).
El pacto de Lima es pobre porque los países únicamente son invitados (pero no obligados) a presentar sus planes para limitar las emisiones de gases (antes del 31 de marzo) pero sin que se concrete cómo deben dar esa información (de cara la conferencia de París). Y, además, porque China se ha negado a que se aplique un sistema estricto para verificar y examinar las promesas antes de París.
China puede hacer másTeresa Ribera, ex secretaria de Estado de Cambio Climático, señala sin embargo que la solución debe ser la negociación política en la ONU, pues los asuntos técnicos, complejos y cruzados, requieren respuestas políticas que dan los políticos. Sin embargo, ve necesario evitar que el consenso que exige la ONU no paralice a los países que plantean metas más ambiciosas para limitar los gases invernadero. Se trataría de crear el “club de los 50 países más veloces” para que no se frene el proceso hasta que entre en una dinámica plenaamente, explica Ribera, directora del Instituto para el Desarrollo Duradero y las Relaciones Internacionales (IDDRIi, en sus siglas en francés), un think tank, de apoyo al gobierno galo.
Esta experta ve factible que China haga “más esfuerzos” para desacelerar sus emisiones de cara a París. En este punto, le ha llamado la atención en Lima que los países africanos y otros en vías de desarrollo hayan evitado exigir metas más ambiciosas y más transparencia a los países industrializados y a China (y hayan centrado su batalla en “pedir dinero a Europa, cuando eso no es suficiente”). Otros observadores señalan justamente que China financia inversiones y desarrolla proyectos de colaboración en estos países. Y eso tampoco está a la vista de estas citas multitudinarias.
Algunos observadores de las conversaciones de Lima han opinado que el resultado tan débil de Lima demuestra que el proceso multilateral de la ONU no es el mejor para la acción climática. Las ciudades y las empresas tienen que desempeñar un papel más activo, y no son suficientemente consideradas, opinan. El propio presidente admitió en mitad de la crisis desatada la noche del sábado que estaba en juego la credibilidad del proceso.
La opinión de Cristina Narbona“Creo que las cumbres son necesarias, pues el cambio climático afecta a todos los países del planeta y la respuesta tiene que considerar a todos, aunque los resultados resulten siempre insuficientes y el avance sea muy lento, al ser imprescindible la unanimidad para alcanzar acuerdos”, declara la ex ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona “Pero en los últimos años han ido apareciendo varios mecanismos complementarios, como el diálogo entre los principales países emisores; iniciativas de los grupos de países especialmente vulnerables; inversores comprometidos con la transición energética o creciente concienciación ciudadana”, añade Narbona. “Todo estos son procesos relevantes y pueden impulsar el avance hacia acuerdos más globales. Las cumbres de Naciones Unidas favorecen además un número muy elevado de contactos, bilaterales o colectivos, que permiten hacer visibles buenas prácticas y compartir análisis en un proceso de aprendizaje generalizado, a mi juicio muy valioso”, concluye la ex ministra.
Esto ya no vale“No puede ser que, ante el hecho de que el acuerdo climático sea difícil, sigamos negociando para tomar acuerdos vagos sólo para salvar el sistema multilateral, y que con eso los gobiernos ya se den por satisfechos. Ya no vale”, explicó en su momento Llorenç Serrano, ex secretario de medio ambiente de CC.OO., cuando fue interrogado por esta cuestión. José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, opinó al referirse a los pobres resultados alcanzados en Durban (Sudáfrica, en el 2011) que "la falta de acuerdos en materia de cambio climático se debe a que los políticos no tienen un mandato firme de sus electores. La culpa es nuestra", sentenció en la red este empresario pionero en las energías renovables.
Algunos observadores de las conversaciones han opinado que el resultado tan débil de Lima demuestra que el proceso multilateral de la ONU no es el mejor para la acción climática. Las ciudades y las empresas tienen que desempeñar un papel más activo, y no son suficientemente consideradas.
"Aunque los negociadores tuvieron dificultades para llegar incluso a un acuerdo modesto, la ONU ya no es el único actor clave", dijo Nathaniel Keohane del Fondo de Defensa Ambiental
Mucho trabajo en ParísEl anuncio de Estados Unidos y China previo a la cumbre hizo prever un cambio fundamental a la hora de establecer el reparto de responsabilidades entre naciones desarrolladas y países en desarrollo para que produjeran una convergencia de esfuerzos. Pero en Lima una gran cantidad de países en desarrollo recularon y “presionaron a la baja”, dijo Elliot Diringer del Centro de Clima y Soluciones Energéticas.
El resultado es que Naciones Unidas considera que ya está claro que las promesas de acción para limitar el calentamiento que estarán sobre la mesa en París en diciembre de 2015 se sitúan por debajo del objetivo de evitar una subida de temperatura de 2 grados por encima de las de época preindustrial de la ONU.
"Vamos a tener un montón de trabajo", dijo el ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius de la tarea por delante para París.
El resultado de las conversaciones en Lima comporta necesariamente que el acuerdo de París está condenado a ser un mero mosaico de ofertas nacionales para limitar las emisiones de gases, pero a la carta, para ajustarse como un traje a la medida,pues estaráns exentas del valor imperativo de una imposición pactada con esfuerzos repartidos y compartidos entre todos.
La presión aumenta, mientras tanto, pues este año será probablemente el más caluroso desde 1980 según la Organización Meteorológica Internacional.
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Para no olvidar : el número de asistentes :La masiva presencia de delegados tampoco aporta nada: se ha pasado de 1.000 delegados en una primera reunión en 1994 a los 11.000 asistentes en Lima.Muchos me parecen si lo que se pretende es llegar a acuerdos y contar con medios económicos para conseguirlo.
Nada más, gracias a todos.
Mariscal Tro
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